elarrebato

Este espacio lo creé para poder compartir pensamientos, anécdotas, triunfos, fracasos y recuerdos que me han causado un arrebato debido a la importancia que tienen en mi vida y que me han hecho la mujer que soy. Espero que lo disfrutes y que si te apetece, le eches una mirada también

Nombre: anamaria
Ubicación: Caracas, Venezuela

28 años,gemela,Comunicadora Social, soltera, tía de cuatro bellezas que alegran la vida de todos los De Grazia Suárez... Con uno más en camino!!!

miércoles, agosto 31, 2005

Good bye Agosto

Hoy es 31, final de mes y para muchos final de vacaciones. Un día soleado, caliente, brillante, de cobro... casi perfecto. Con Carlos Vives he estado bailándolo, cantándolo y con muchas ganas de ir a a playa. Sin embargo, no soy de las que está de "vacanze" por lo que voy a tener que esperar para darme el gusto (pronto). Mientras, sólo me queda felicitar a Giova en su cumple- de luna de miel y desearle mucha dicha y felicidad a mi querida hermana Pina y a mi cuñis para todos los años que faltan sumar a sus 14º aniversario que hoy celebran. Ahora, sólo queda levantar la copa y decir un gran salud, por los momentos de dicha, los recuerdos y un mes que se va a toda gala.

martes, agosto 23, 2005

Mi primera vez

Me avisan que ya salió de imprenta y que quedó bellísima. La recibo, la veo, la leo y todavía no lo puedo creer; sí, quedó preciosa y está mi nombre impreso!!!. Es la primera vez que sale un trabajo con mi firma publicado, con la posibilidad de ser leída por muchas personas de diferentes profesiones, edades y estilos - que tomen la revista Viva Vino en el Restaurante ubicado en el quinto piso del Tolón, o según me han dicho, en las tiendas Esperanto y Tecni Ciencia. Uno de mis sueños hecho realidad y que, espero, sea bien recibido por todos. ¡Salud!

miércoles, agosto 17, 2005

Todo un profeta en su tierra


Dicen que nadie es profeta en su tierra pero Guillermo Vargas puede hacer esa aseveración. Un enólogo con mucha experiencia y dispuesto a brindar todo el abal de conocimientos que le ha dado su trayectoria por los cultivos de vid y las bodegas. Comparto con ustedes lo que me dejaron las conversaciones con este hombre que demuestra que la enología es una profesión que también da frutos en este país tropical.


Enólogo: Una profesión que también da frutos en Venezuela
Guillermo Vargas - vitivinicultor con amplios conocimientos del campo, de los cultivos, de la uva, de la producción vinícola y con una vasta trayectoria - nutre de sabiduría cada minuto al dar a conocer las bondades de cultivar en un clima tropical con suelos áridos y los sentidos implícitos en la degustación de un “buen vino”

Un enólogo es “quien trabaja el vino, pero quien maneja el viñedo también”. Así define su profesión Guillermo Vargas; un venezolano que tiene aproximadamente 30 años de experiencia entre los cultivos de los viñedos, en investigaciones e instruyendo a decenas de personas en la elaboración de vino en el país.

Guillermo Vargas es el responsable de la producción de Altagracia, única viña que existe en el país, ubicada en el estado Lara y de donde se extraen anualmente un millón de kilos de uvas destinadas a la elaboración de vinos blancos, tintos, sangrías y champaña de Bodegas Pomar, de óptima calidad y que llevan el sello de producción nacional. Su experiencia y sus investigaciones lo han hecho merecedor de representar a Venezuela en dos oportunidades; cuando ha formado parte de los paneles de jurados en los concursos mundiales de vino realizados en Burdeos y Canadá, donde se premian a los mejores vinos en su categoría.

Para llegar a ser lo que es hoy día, este reconocido venezolano primero se graduó de Ingeniero Agrónomo; hizo un postgrado de Enología en Madrid (España) con especialidad en Vinicultura en Francia, así como, realizó cursos de degustación, formación sensorial y cata en Burdeos (Francia).

Debe su profesión a la uva una planta muy exigente que para nacer, crecer, madurar y morir necesita mucha iluminación en el día, poca lluvia y noches frescas y Lara es el único estado de Venezuela que proporciona la altura y el clima idóneos para ella. Además de Altagracia, en el mismo estado, se encuentran Mucaro Bajo y El Tocuyo con condiciones térmicas similares.

Sus días se pasan en Carora, a 500 metros de altura sobre el nivel del mar, donde cuida que las noventa hectáreas de Altagracia tengan las condiciones térmicas necesarias para la producción de uva de vino. Considera que Venezuela es privilegiada, porque hay sol y luminosidad los 365 días del año y eso hace posible el cultivo de este fruto.

La enología y todo lo que encierra el mundo del vino en Venezuela es muy incipiente todavía, pero desde hace dos años se ha venido incrementando vertiginosamente. Las razones aún no están claras, pero todo indica que es una puerta que se abrió y que todavía queda mucho por recorrer, muestra de ello es la creación de casas de vino que antes no existían. “Ahora hay más gente que se interesa por conocer todo sobre los cultivos de uva, las vendimias y la producción de vino”. “El hábito de consumo del venezolano ha cambiado”.

La distinción, el glamour y el tupé que da saber catar vinos o conocer lo que encierra ese mundo de aromas y sabores llama la atención de muchas personas que se anotan en los cursos de inducción; lo que sorprende al experto es que sean jóvenes, en su mayoría, los que se animan a adentrarse en la cultura vitivinícola.

Como enólogo, Guillermo confiesa que es difícil decidir por un vino al momento de comer y compartir, pero finalmente afirma que el vino lo define el ambiente, la ocasión y el momento. “Puede ser blanco, tinto o champaña, pero lo que termina de darle el gusto al sorbo de vino es con quien se comparte y el motivo que propicia descorchar la botella”.

lunes, agosto 15, 2005

¡Por los novios!


El sábado fue la ceremonia de dos grandes amigos upatenses: Sara y Giovanni. Una celebración que mostró perfectamente las características de éstos novios: sencillez, armonía, cálidez, alegría y atención. Ellos disfrutaron tanto como los que tuvimos el placer de acompañarlos y su dicha era notoria en cada gesto, palabra y movimiento. Hoy ya estoy de nuevo en mi puesto de trabajo; después de haber recorrido, entre ida y vuelta, 22 horas de camino para estar allá y levantar la copa para brindar ¡por los novios!, a quienes les deseo toda la dicha, salud y prosperidad en esta nueva etapa que emprenden.

martes, agosto 02, 2005

¡Qué gorda estoy!

Cuántas veces no se está en la mesa y se habla de las calorías, de los kilos de más, de la liposucción y de la grasa y cuántas otras una merienda con las amigas termina en una sesión de belleza y estilos, de pesos y tallas

Estar consciente que los excesos causan daño no está mal pero, aunque parezca contradictorio, excederse en el cuidado de la salud, las dietas y el ejercicio físico puede desencadenar una serie de sintomatologías que terminan en unos de los desórdenes alimenticios que más personas reúne en los últimos tiempos: la anorexia nerviosa.
La anorexia nerviosa no es más que el producto final de una serie de episodios ligados a la alimentación y al estilo de vida. Muchas veces las personas que la padecen han sido en su niñez o adolescencia de buen diente y de poco preocuparse por lo que lleven a su boca pero en algún momento, por los estereotipos fijados en los medios o por algún comentario fuerte hacia su manera de ser se sienten frustradas y comienzan una batalla contrarreloj para bajar de peso.
Esa persona que se sumerge en tablas de pesos, medidas y dietas tiene un antes y un después. Antes de sufrir anorexia era muy alegre, decidida, extrovertida, sociable, poco o nada complicada, mientras que después se convierte en una persona malhumorada, indecisa para todo, baja autoestima, introvertida y que se aleja de las reuniones sociales donde pueda haber comida o bebida. Su amiga más fiel es el agua.
Para llevar a cabo la meta de bajar todo el peso que “sea posible” se somete a excesivas jornadas de ejercicio físico y dietas estrictas. Por cualquier bocado de más toman un té adelgazante o laxantes para garantizar la expulsión de lo que consumen. Incluso, muchas veces botan o esconden los alimentos para hacer creer que comieron cuando en realidad no han probado bocado por su intenso miedo al aumento de peso.
Cada vez son más los adolescentes y jóvenes que ven a los alimentos sólo como una fuente de calorías, grasas y pesos y no como lo que son; una sustancia para subsistir o nutrirse y que sienten poca apreciación por su silueta por lo que siempre que están frente al espejo se ven gordas por muy delgadas que estén.
Este trastorno una especie de cultura de cuerpo, donde la dieta, el peso y la figura marcan la pauta del día a día y son las prioridades de esa persona. Ante cualquier evento social o reunión está la cita con el gimnasio, el spa o la masajista.
Las personas anoréxicas suelen ser excelentes alumnos y profesionales que antes de eso nunca habían dado problemas por nada; personas que se destacan en todas las actividades realizan por su preocupación por la perfección y exigencias consigo misma. Tienden a ser personas que sienten mucho placer cada vez que se les comenta que han bajado de peso, aunque siempre ven su silueta más gruesa de lo que realmente está.
Llama la atención que cada año aumenta el índice de mortalidad en jóvenes y adolescentes a causa de la anorexia nerviosa. Y aunque no existe una cura definida se ha demostrado que el antídoto más eficaz es la comprensión, la paciencia y el apoyo de los familiares para que esa persona se incorpore al mundo, sienta aprecio por sí misma y deje de pensar en ¡que gorda estoy! .

Mi chiqui

Este domingo mi chiqui arribó a sus cuatro añitos y aprovechamos para organizar una reunión familiar donde él era la estrella principal y el motivo era batman. Lástima que ese día mi chiqui no encontraba disfrute en compartir con los amiguitos que estaban, ni en bailar, ni en cantar... él sólo quería que todo terminara rápido y subir a su apartamento. Todos los demás disfrutamos de lo juegos, el pasticho de la nonna (mi mamá), los dulces variados y el vino que se sirvió. Todo un banquete para carmelito que poco a poco se hace menos chiqui.