elarrebato

Este espacio lo creé para poder compartir pensamientos, anécdotas, triunfos, fracasos y recuerdos que me han causado un arrebato debido a la importancia que tienen en mi vida y que me han hecho la mujer que soy. Espero que lo disfrutes y que si te apetece, le eches una mirada también

Nombre: anamaria
Ubicación: Caracas, Venezuela

28 años,gemela,Comunicadora Social, soltera, tía de cuatro bellezas que alegran la vida de todos los De Grazia Suárez... Con uno más en camino!!!

lunes, octubre 31, 2005

Para terminar el mes, otro de Veneconomía.com


1984
La novela de George Orwell, 1984 hablaba de cómo los gobiernos socialistas autocráticos tergiversan las verdades y manipulan la realidad: “Arriba es abajo” y “noche es día”, entre otras.En la Venezuela revolucionaria de 2005, la Sala “Constitucional” del Tribunal Supremo de “Justicia” sentenció que la fórmula electoral llamada “Morocha” no vulnera el principio constitucional de representación proporcional, que se establece en el artículo 63 de la Carta Magna. Con esta decisión se declara sin lugar el recurso de amparo que intentó Acción Democrática y le propina una estocada fatal a los partidos minoritarios. Lamentablemente, en esta ocasión, la oposición facilitó la sentencia que emitió el máximo tribunal de “justicia” del país: Primero, fue la oposición quien ideó la utilización de este método electoral y quien primero utilizó este recurso en el estado Yaracuy en el año 2000. Segundo, con el argumento de jugar con las mismas armas que el gobierno, postuló con esta fórmula para las elecciones parlamentarias del 4 de diciembre. Y tercero y más importante, según constitucionalistas consultados por VenEconomía, la solicitud de amparo introducida por el partido AD fue incompleta. La misma se circunscribió al proceso de postulación de candidatos y no ahondó en el proceso de adjudicación, que es donde se encuentra el meollo de la ilegalidad de las morochas. Allí es en donde se concreta la violación del principio de representación proporcional garantizado en la Constitución de 1999.La pregunta que ahora surge es ¿vale la pena ir a elecciones bajo las condiciones impuestas por el gobierno? La ONG Súmate detalló cinco condiciones indispensables que se debían cumplir para garantizar un proceso electoral transparente y confiable. El CNE a la fecha no ha cedido ni otorgado el beneficio de ninguna de ellas, y la mayoría de estos requisitos ya son imposibles de cumplir por falta de tiempo. Por ejemplo, el lapso legal para publicar listado de electores que participarán en esos comicios, era de dos meses antes las elecciones y a poco más de un mes aún nadie lo conoce o ¿cómo depurar el REP antes del 4 de diciembre?No obstante, hay quienes aún piensan que en aras de preservar la democracia se puede ir a las elecciones si se cumplen dos requisitos básicos: Que ninguna máquina de votación, cuaderno electrónico de votación y capta huellas estén conectados en línea durante el proceso de votación y que se cuenten todas las boletas electorales.El liderazgo político tiene la palabra. ¿Tendrán las agallas para plantarse en esto y exigir que se cumplan estas condiciones? ¿O lo blanco será negro? (negritas anexadas)

lunes, octubre 10, 2005

"Uno tiene que quererse a sí mismo"


Hoy comparto una entrevista que se diferncia de las anteriores porque no es a un chef, ni a conocedores del vino, sino a una colega. Sencilla, amable, cordial y de un gran espíritu. Esperando que lo disfruten aquí lo dejo...
“Uno tiene que quererse a sí mismo”


Desde niña disfruta contar lo que está pasando a su alrededor, de la lectura y las imágenes. Hoy es una mujer con gran sentido del humor, amable, sencilla, muy feminista, a la vanguardia, con los pies bien puestos sobre la tierra y felizmente embarazada. Así es Ana Virginia Escobar

Después de la espera, por haber llegado media hora antes de la fijada, me atendió. Con una presencia impecable, una sonrisa y muy amablemente me invita a sentar en una de las sillas del pasillo de Radio Caracas Televisión (RCTV), canal donde ejerce el periodismo desde hace unos años, Ana Virginia Escobar, quien considera que cuidarse, verse y sentirse bien es importante pero no al extremo de convertir ese cuidado en un patrón de vida.

Esta periodista venezolana vio la luz por vez primera un 30 de abril “de un año por ahí”. Hija de un escritor y de una socióloga, ambos venezolanos, la menor de tres hermanas, criada en una casa “de puras mujeres, donde reinó el feminismo” por la separación de sus padres cuando era aún muy pequeña.

Caraqueña de nacimiento y amante de las urbes, el tráfico y el smog, Ana Virginia considera que no podría vivir en otra ciudad “salvo en una tan grande como Caracas. Desde que nací hasta el sol de hoy he vivido aquí. Una ciudad tan tranquila como Mérida por ejemplo no es para mí. Yo necesito la adrenalina, el caos y las colas”, afirma.

Su infancia la describe como el camino que la condujo a la periodista que hoy día es. “Yo creo que ese gusanito de la información y del periodismo siempre lo tuve. Me encantaba mucho la imagen, ir al cine y la televisión también. Desde pequeñita fui perfilando hacia donde quería ir. Y conservo eso. Hoy en día me encanta leer y escribir. Es como mi pasión”.

Aunque confiesa que no se obsesiona con su peso, admite que empezó a hacer dieta porque en su familia todas son flacas y ella se sentía y veía “rellenita” al lado de sus hermanas, “justo para mi boda hace casi tres años”. Está en contra de los prototipos y cánones de belleza que se proporcionan a través de los medios porque “las muchachas se enferman y por muy flacas que estén, siempre se ven gordas”, enfatiza.

- ¿Cuándo haces dieta?
- Cuando quiero perder peso porque tengo algún evento especial.

- ¿Qué es lo que más te cuesta dejar cuando haces dieta?
- Los dulces. Eso sí lo he declarado y no tengo ningún remordimiento en decirlo. (Risas). Desde niña me encantan y a veces dejaba de comer salado para comer dulce. Y creo que siempre va a ser así. Cuando hago dieta los fines de semana rompo completamente y me como una tortica (sic), un helado, un dulce. El cuerpo me lo pide. (Risas).
Los panes y la pasta también me cuestan mucho aunque ya me habituado a comerla sólo una vez por semana, incluso ahora que estoy embarazada. Otra cosa es el sándwich de la noche, que no es permitido cuando se está a dieta, pero es lo más rápido cuando no provoca preparar pollo o pescado.


- ¿Qué es lo que nunca falta en tu nevera?
- Frutas. En las dietas no las mandan sino en la mañana y solamente piña, melón, lechosa…, pero a mí me gustan mucho y con el embarazo me estoy dando el gustazo. Tengo en la nevera todas las frutas. Intento que también haya gelatina de dieta porque es rica, te sacia del hambre y la ansiedad, refresca y no estás ganando muchos kilitos por allí. Mostaza también porque me encanta.

- De todas las frutas, si te tocara ser una ¿cuál serías?
- Sería la fresa. Porque yo puedo ser muy cariñosa, muy comprensiva cuando quiero pero también puedo ser ácida, muy exigente y fuerte con mi carácter y creo que la fresa combina todos esos tipos. Dulce y ácida a la vez. Hay gente que no le gusta, pero a mí me encanta. Además me parece una fruta bella, no es que me crea bella pero me parece linda (risas). Bueno, uno se tiene que querer a sí mismo.

- ¿Qué es lo más desesperado que has hecho para bajar de peso?
- Creo que una vez que quería bajar de peso para un “Dos de oro” y me puse a hacer una dieta de piña y atún que me recomendaron porque supuestamente es la que hacen las misses, pero no la aguanté sino por un día. El atún y la piña me quemaron la lengua y el paladar.

- ¿Crees que unos kilitos de más condicionan los gustos y preferencias?
- Claro. Obviamente cuando uno tiene unos kilitos de más lo que te quieres poner a veces no te queda y tienes que optar, aunque no te guste, por algo más holgado, más cómodo, que te disimule los kilitos de más. El negro, las rayas, uno más o menos conoce los trucos.

- ¿Crees que el sobrepeso afecta a la pareja?
- Yo no sé lo que es tener sobrepeso como tal, ni conozco cómo es el comportamiento de una persona con sobrepeso; con diez o quince kilos de más, eso sí debe ser fuerte. Al final es como un círculo vicioso, la gente hace una dieta y no funciona, hace otra y tampoco entonces es como un conflicto medio complicado y supongo que afecta todo.


Recomendación para una persona que quiera bajar de peso:
El truco está en no combinar proteína con carbohidratos. Si se sale un día y se come carbohidratos, no se comen al día siguiente. Pero a mí no me gusta hacer las cosas sin que haya supervisión, así que mi recomendación es que se visite un especialista, porque eso supone varias cosas también psicológicas; estrés, remordimiento, cansancio, frustración. Ahorita los cánones de la moda están marcados por mujeres que parecen más bien anoréxicas y aquí en el canal se ve. Yo creo que la gente tiene que vivir la vida y tiene que cuidarse por su salud y por sentirse bien, pero no por una presión social que “tengo que estar bella y más buena y no comer ni un gramito de grasa”. Creo que tampoco es la nota. Las modelos y actrices no viven, no disfrutan, siempre cuentan las calorías y se ven gordas por muy flacas que estén. Yo creo que todo hay que llevarlo a un nivel normal, a un nivel medio.

- ¿Te levantas en la noche buscando qué comer?, ¿qué buscas?
- No. En la noche casi nunca tengo hambre. Como a las 5 ó 6 es que me aprieta el hambre. Cuando estaba a dieta trataba de comer 2 ó 3 nueces, gelatina de dieta, cositas así. Ahorita con el embarazo trato de comer frutas, galletas integrales, granola. Pero hasta ahora no me he parado nunca en las noches por un ataque de hambre, debe ser horrible pararse por el hambre. A mí el sueño, hasta ahora, no me lo altera nada, ni nadie (risas).

- ¿Cómo te defines? ¿Crees que ser Tauro te condiciona en algo?
- Por lo que he leído y me han dicho el Tauro es muy perseverante, que no descansa hasta lograr lo que quiere y se propone, si la descripción es esa yo soy fiel a mi signo. Cuando me fijo una meta lucho hasta alcanzarla y hasta ahora me ha funcionado. También dicen que los tauros son muy testarudos, yo lo soy y dicen que son muy materialistas, en el sentido de tener los pies en la tierra, y eso también lo soy. Así soy. Con los pies bien puestos sobre la tierra.
También soy excesivamente estricta conmigo misma, lo que me hace sufrir un poco porque soy muy dura y no justifico que algo me salga mal.