De Veneconomía.com
No es de mi autoría pero comparto totalmente esta óptica de Veneconomía... ¡¡¡Sin palabras!!!
La ruta a la marginalidad
El gobierno todopoderoso de Hugo Chávez ejecutó en las dos últimas semanas varias acciones que corroboran que en Venezuela no hay propiedad privada que se respete. Para ello violó la Constitución, las leyes, y pisoteó los derechos fundamentales que tiene todo ser humano. Se valió de la fuerza que le da tener al servicio de su poder las instituciones de la República, entre ellas la Fuerza Armada, ahora convertida en una suerte de milicia invasora. Las acciones que afectaron a la planta Barinas I de Empresas Polar y el hato la Marqueseña de la familia Azpúrua son dos de las más sonadas. Pero la cosa no quedó allí, a estas confiscaciones se le sumaron, las del Hato La Vaca, la de la planta de tomates de la Heinz, otras 10 haciendas de Barinas, Apure y Táchira, más las ya adelantadas de los hatos Piñero y el Charcote. Y se le agregarán las próximas expropiaciones de las industrias Sideroca y de la central azucarera Cumanacoa, ya declaradas de utilidad pública por la aplanadora oficialista de la Asamblea Nacional. Y por si fuera poco, a esto se une la proclama del mandatario de cancelar las concesiones mineras existentes y colectivizar las empresas del sector minero, y de todos los sectores no petroleros. El mandatario también aseguró que la meta del gobierno para fines del año 2005 es rescatar 350.000 hectáreas de tierras en manos de “latifundistas”. Incluso, aseveró que la propiedad privada es relativa y las tierras son del Estado (léase de Chávez). ¿Existe alguien que crea que a estas alturas del proceso se salvará un centímetro de alguna propiedad?La revolución de Chávez está pisando el acelerador a fondo y no tiene en su mente dar marcha atrás. Su deseo de establecer un socialismo, que ya asoma como comunismo puro, no lo parará el 80% de los venezolanos que según sondeos de opinión recientes, han manifestado que creen en la propiedad privada.Tampoco lo frenará que estas acciones inconstitucionales, arbitrarias e ilegales alejen al inversor privado nacional e internacional, ni que se cierren las puertas a futuros préstamos y se lleve a la bancarrota a las empresas y al país. Menos aún parece importarle que se destruyan fuentes de empleo seguro y se condene a los venezolanos a la informalidad y a la marginalidad. Chávez ya lo decretó: ¡Ser rico es malo! Le dio así la bienvenida oficial a la miseria para todos los venezolanos.
El gobierno todopoderoso de Hugo Chávez ejecutó en las dos últimas semanas varias acciones que corroboran que en Venezuela no hay propiedad privada que se respete. Para ello violó la Constitución, las leyes, y pisoteó los derechos fundamentales que tiene todo ser humano. Se valió de la fuerza que le da tener al servicio de su poder las instituciones de la República, entre ellas la Fuerza Armada, ahora convertida en una suerte de milicia invasora. Las acciones que afectaron a la planta Barinas I de Empresas Polar y el hato la Marqueseña de la familia Azpúrua son dos de las más sonadas. Pero la cosa no quedó allí, a estas confiscaciones se le sumaron, las del Hato La Vaca, la de la planta de tomates de la Heinz, otras 10 haciendas de Barinas, Apure y Táchira, más las ya adelantadas de los hatos Piñero y el Charcote. Y se le agregarán las próximas expropiaciones de las industrias Sideroca y de la central azucarera Cumanacoa, ya declaradas de utilidad pública por la aplanadora oficialista de la Asamblea Nacional. Y por si fuera poco, a esto se une la proclama del mandatario de cancelar las concesiones mineras existentes y colectivizar las empresas del sector minero, y de todos los sectores no petroleros. El mandatario también aseguró que la meta del gobierno para fines del año 2005 es rescatar 350.000 hectáreas de tierras en manos de “latifundistas”. Incluso, aseveró que la propiedad privada es relativa y las tierras son del Estado (léase de Chávez). ¿Existe alguien que crea que a estas alturas del proceso se salvará un centímetro de alguna propiedad?La revolución de Chávez está pisando el acelerador a fondo y no tiene en su mente dar marcha atrás. Su deseo de establecer un socialismo, que ya asoma como comunismo puro, no lo parará el 80% de los venezolanos que según sondeos de opinión recientes, han manifestado que creen en la propiedad privada.Tampoco lo frenará que estas acciones inconstitucionales, arbitrarias e ilegales alejen al inversor privado nacional e internacional, ni que se cierren las puertas a futuros préstamos y se lleve a la bancarrota a las empresas y al país. Menos aún parece importarle que se destruyan fuentes de empleo seguro y se condene a los venezolanos a la informalidad y a la marginalidad. Chávez ya lo decretó: ¡Ser rico es malo! Le dio así la bienvenida oficial a la miseria para todos los venezolanos.