Relajada y encantada
Este fin de semana me fui a la playa y la pasé súper bien. Me hacía falta salir de la ajetreada Caracas y disfrutar de paz y tranquilidad, sazonada con una buena parrilla, smirnoff Vodka y buena compañía. Finalmente conocí Morrocoy y quedé encantada; sobretodo con lo majestuoso del cielo. La verdad es que las palabras con las que me habían descrito el lugar se quedan cortas. Es una de esas cosas que es mejor vivirlas porque es imposible describir o expresar con palabras. Espero poder vivir nuevamente una experiencia igual o similar, lejos del bullicio, las colas, el smog y los problemas de la ciudad. Para tener una idea dejo estas fotos que hablan por sí solas, ¿no?
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